Redacción: Adriana Sánchez.

El Proyecto Comunidades Tejedoras de Paz, gracias al apoyo de ACNUR, le apuesta al desarrollo sostenible y a las prácticas saludables para las mujeres y adolescentes que participan del proyecto en las comunidades de Bello Horizonte, Bello Horizonte Alto, San Vicente de Paul en Arauca; Rincón de la Esperanza, Marquelandia, San Salvador en Tame; y Los Naranjos, Los Tronquitos en Saravena.  

Esta estrategia es pensada para las mujeres y adolescentes que hacen parte del proyecto en cada territorio, con el objetivo de generar nuevas prácticas saludables y amigables con el medio ambiente para su autogestión durante el ciclo menstrual y construir nuevas percepciones sobre el uso, ventajas y desventajas de la copa menstrual.

¿Qué son las copas menstruales?

La copa menstrual es un mecanismo moderno para la recolección del residuo menstrual, que reemplaza los métodos tradicionales de toallas higiénicas y tampones. Se trata de una copita plástica elaborada en material hipoalergénico y no contaminante con el medio ambiente, puesto que su ciclo de vida oscila entre los 5 a 10 años y es reutilizable, lo cual beneficia a mujeres y adolescentes que gastan un aproximado de 240 a 300 toallas higiénicas al año, que demoran aproximadamente 500 años en degradarse.

El uso de la copa menstrual aporta en el reconocimiento del cuerpo femenino y contribuye a pormenorizar el impacto ambiental. Además, la copa menstrual no contiene productos químicos, permite economizar, es más cómoda y apta para todas las mujeres.

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