Redacción: Adriana Sánchez.
En el presente año el Día Mundial del Refugiado concentra su atención en promover espacios de inclusión, como alternativa de participación, respeto y comunicación asertiva con las poblaciones refugiadas, migrantes y desplazadas. Reconociendo que todos y todas hacemos parte de un mundo diverso, rico en culturas y tradiciones. Por ello, se busca generar lazos emotivos y amigables para la construcción de un mundo más ameno, justo y armonizado para todos y todas, sin importar el estilo de vida de cada uno y una.
Ser refugiado(a), migrante o desplazado(a) no es motivo para ser excluidos y apartados de la sociedad, por el contrario, es una razón para fortalecer vínculos que sirvan para aprovechar de manera positiva, la transmisión de culturas distintas a la propia. Compartir, creer y soñar son los principios que todas las personas deben tener para generar relaciones humanas que contribuyan a un mundo más justo, equitativo y con oportunidades para todos y todas.
Con el apoyo de ACNUR durante el mes de junio, se desarrollaron diversas actividades con los y las participantes del Proyecto Comunidades Tejedoras de Paz. Para resaltar esta conmemoración mundial de manera creativa y narrativa, los Colectivos de Expresión Juvenil se unieron a la campaña Casa Talentos y Dibujo Expresivo del cuento ‘El Chigüiro de color morado’; expresando por medio del arte, las diversas formas de vida que hay en el mundo y lo fructífero de ella para el fortalecimiento cultural, dejando un mensaje de solidaridad y haciendo un llamado al respeto por la diversidad para un mundo sin violencias de nacionalidad, raza y género.
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